Cuando por la razón que sea nos encontramos en la naturaleza desprovistos de mapa y brújula hay varios métodos que nos pueden servir para volver a una zona habitada. Hay que decir que es muy importante por lo menos haber echado un vistazo a los mapas de la zona que vayamos a visitar, ya que en caso de pérdida de éstos, por lo menos sabremos la dirección aproximada en que se encuentra una pista, carretera, arroyo etc, que nos traiga de vuelta a nuestro punto de partida. El Sol y las estrellas serán nuestros mejores guías, siempre que la climatología nos lo permita.
MÉTODO DEL PALO Y LA SOMBRA.
Clavamos en el suelo un palo lo más resto posible y marcamos con un palito la punta de la sombra proyectada, esperamos un rato y vemos que la sombra se va desplazando. Volvemos a marcar de nuevo la punta de la sombra. Si unimos los dos palitos con una recta habremos obtenido la dirección Este-Oeste, quedando el Este a nuestra izquierda si estamos cara al Sol y trazamos una perpendicular a esta línea obteniendo la dirección Norte-Sur, quedando el Sur en dirección al Sol.
El método del palo y las sombras es mucho más exacto en las horas centrales del día, cuando las sombras son más cortas.
Esto es aplicable con luna llena y se realiza exactamente igual.
POSICIÓN DEL SOL EN EL CIELO, MÉTODO DEL RELOJ.
El movimiento que se observa de la posición del Sol se debe a la rotación de la Tierra. Este movimiento al ser uniforme, permite que se pueda referenciar una medida de tiempo. Por tanto, conocer la hora solar en el momento de la observación permite determinar la dirección de la visual al Sol. Por ejemplo, a las seis de la mañana, el Sol Apunta al Este, a las doce del mediodía al Sur, y a las seis de la tarde al Oeste. Estas son las horas solares locales. En España la hora oficial es una o dos horas más a la hora solar, según sea invierno o verano. Con un reloj de agujas que marque la hora solar, señalando el Sol con la aguja horaria, la bisectriz o línea que divide en dos el ángulo formado por la aguja horaria y las doce del reloj será la dirección Norte-Sur, quedando el Sur en dirección al Sol. Si trazamos una perpendicular obtendremos la dirección Este-Oeste.
ORIENTARSE CON LA ESTRELLA POLAR.
La Estrella Polar es una estrella no demasiado luminosa perteneciente a la constelación de la Osa Menor y tiene la peculiaridad de coincidir con el Norte geográfico o verdadero con un error de un 1º, porque su posición en la esfera celeste coincide casualmente con la prolongación del eje de rotación de la Tierra. De manera que es la única estrella que no cambia de posición.
Al ser una estrella no muy luminosa necesitamos de otras constelaciones más visibles para localizarla. Estas constelaciones son la Osa Mayor que tiene forma de cazo o carro y Casiopea con forma de “W” o de “M”. Estas constelaciones giran enfrentadas alrededor de la estrella polar en sentido contrario al movimiento de las agujas del reloj y así, aunque el perfil del terreno nos tape alguna , siempre la otra será visible.
MÉTODO DE ORIENTACIÓN POR ALINEAMIENTO.
El tema se nos puede complicar mucho cuando hay niebla o está cubierto el cielo y los astros no son visibles.
Cuando estamos desorientados la tendencia normal es moverse dando grandes círculos, con el peligro consiguiente de agotamiento.
Si nuestro grupo está formado por al menos tres personas, podemos ir alineándonos sucesivamente, para así mantener una dirección constante y no caer en la tendencia de mover describiendo círculos, así hasta poder dar con un camino, pista, etc.
OBSERVAR LA NATURALEZA.
Si observamos la naturaleza también encontramos indicios para la orientación. En el hemisferio norte, en la cara sur, los elementos de la naturaleza como árboles o rocas aisladas, están más expuestos a la luz solar que en su cara norte. Por esta razón la temperatura de las caras norte es menor y conserva más tiempo la humedad. La detección de la humedad o de organismos vivos propios en estas condiciones permiten aproximar el norte.
Los vegetales para vivir necesitan también la luz solar. Así pues la iluminación que recibe el Sol influye sobre su crecimiento, y puede ser útil para determinar de forma aproximada la dirección del Norte. El crecimiento de los árboles se hace de forma anular, añadiendo una capa más a las que ya tiene. En el crecimiento de la células también influye la temperatura, dado que en la cara Sur la temperatura media también es mayor también mayor será el crecimiento. Observando la dirección más desarrollada en troncos cortados se puede aproximar el Sur.
En la Península las borrascas vienen casi siempre del Atlántico y por eso en las estaciones de otoño y primavera cuando el tiempo es lluvioso y cálido los vientos siempre vienen componente Oeste. Por el contrario los días más fríos, vienen acompañados de componente Norte.
Fuente:http://www.tolono.es/orientacion.htm
martes, 20 de mayo de 2008
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